De pronto han aparecido por aquí, tras años de ausencia, un batiburrillo de fotos de libros, cómics, series y películas que ni siquiera están bien hechas, sino que son capturas de una antigua cuenta de Instagram que dedicaba a estas cosas, más por no olvidar que las había leído/visto/jugado que por exhibirlas públicamente.
El motivo del traslado al blog es muy simple: Estoy harta de los algoritmos, la publicidad y los cambios de la plataforma. Cada vez me gusta menos en lo que se han convertido las redes sociales y el efecto que tienen.
Como soy todo contradicciones, mantengo la cuenta personal porque tengo demasiados recuerdos ahí metidos y con eso sí que no encuentro que hacer. Imprimir todas las fotos es demasiado caro y me da mucha lástima perderlas. Ya veré qué hago con ellas.
Por aquí se quedan estas otras para que mi despistado cerebro pueda recuperarlas y, de paso, sirvan para hacer un poco de difusión cultural. Como están a poca resolución, pesan menos en mi conciencia medioambiental también.
Si es que el blog son todo ventajas...
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