Por fin consigo sentarme a escribir la segunda parte de esta serie de posts....¿Cómo? ¿Que ya es 24 de agosto? ¿Que queréis decir con que no me va a dar tiempo a hacer más partes? ¡Anda que no!
Yo iba a hablar del terral, de lo mal pensadas que están las vacaciones de los docentes, de pasar 10 meses trabajando más de 40 horas semanales y encontrarte con 2 en los que no puedes aprovechar tu vida porque calor y 80% de humedad, de lo poco que se puede hacer en verano (en Andalucía, con las persianas bajadas hasta pasadas las 8 de la tarde), de lo harta que me tiene Paco de la Torre, de las mudanzas a las que me ha obligado esta ciudad y que ya, por fin, acaban para siempre*, de las visitas esperadas, de los encuentros inesperados, de viajes al pasado que se te clavan en el pecho, de Madrid con sus 54 grados y acabar en una cervecería hablando en inglés sobre Tolstói, de escuchar música en directo en Sancti Petri, con el fresquito de la noche y de lo que me está gustando volver a dedicar tiempo a aprender por gusto, además de las partidas de Go tan guays que he echado estos meses.
Pero ya lo haré el próximo verano. Supongo. Hay tantas cosas que tengo que parar y aparcar hasta entonces que me dan ganas de salir corriendo el día 2 de septiembre y no mirar atrás.
* Jajaja. Todos sabemos que no es verdad.
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